Ofrecimiento de Vida y Promesas de la Virgen a quienes lo hagan

OFRECIMIENTO DE VIDA
Mi amado Jesús......
Delante de las personas de la Santísima Trinidad, delante de nuestra Madre del cielo y toda la corte celestial, ofrezco, según las intenciones de tu Corazón Eucarístico y las del Inmaculado Corazón de María Santísima, toda mi vida, todas mis santas misas, comuniones, buenas obras, sacrificios y sufrimientos, uniéndolos a los meritos de tu Santísima Sangre y tu muerte de cruz,

Para adorar a la gloriosa Santísima Trinidad, para ofrecerle reparación por nuestras ofensas, por la unión de nuestra Madre Iglesia, por los sacerdotes y las buenas vocaciones sacerdotales y por todas las almas hasta el fin del mundo.

Recibe Jesús mío, mi ofrecimiento de vida y concédeme gracia para perseverar en él fielmente hasta el fin de mi vida, Amén.


INTRODUCCIÓN E HISTORIA
La Santísima Virgen favoreció con abundantes locuciones y visiones extraordinarias durante varios años, a Sor María Natalia Magdolna (1901-1992), religiosa húngara, nacida cerca de Pozsony (en la actual Eslovaquia), perteneciente a la Congregación de Hermanos del Buen Pastore de Sta. M. Magdalena en Deeskemet.

Su vida estuvo llena de gracias sobrenaturales y de una inmensa comunicación con Dios. Murió en olor de santidad, siendo ya de edad avanzada.

Las promesas que a continuación ofrecemos, están entresacadas de varios mensajes que Jesús y María le comunicaron, y que fueron editadas en el libro "La victoriosa Reina del Mundo", por Ediciones Xavieranas, S. A. de C. V.

El Padre Jeno Krasnay, director espiritual de Sor María por algún tiempo, renombrado teólogo europeo y auxiliar del obispo Istvan Hasz, declaro verídicas estas experiencias místicas, así como las visiones y mensajes, tras largo período de investigación y examen.


EL MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN
Nuestra Madre celestial pide, en especial a las madres de familia, que ofrezcan por amor su vida a las intenciones de su Inmaculado corazón, para ella poder ir salvando mas y mas familias de caer en el infierno.

La Virgen María lo concreta: «En el corazón de muchas madres arde el dolor, se les oprime I corazón, por el estado espiritual de sus hijos, por su conducta inmoral, por el destino de sus vidas mas allá de la muerte. Por amor hacia ella, movida de compasión, alcance con mis ruegos las cinco promesas. ¡Que se consuelen, que ofrezcan con una entrega total todos los sucesos de su vida!»
Para esto propone el OFRECIMIENTO DE VIDA, que debe hacerse con rectitud y seriedad, ofreciéndolo para mayor gloria de Dios y bien de su Santa Iglesia.

Y nos anima a ello, brindándonos unas promesas grandisimas que alguien no ha dudado en catalogar como de las más excelsas que ha hecho María Santísima hasta ahora. iNo las desperdiciemos!


APROBACIÓN ECLESIÁSTICA
La divulgación, tanto de los mensajes y revelaciones, como de las promesas y el OFRECIMIENTO DE VIDA, gezan de competente licencia de la Iglesia.

Gabriel Diaz Cueva, Obispo de una Provincia de Ecuador, el 16 de julio de 1987, extendió el "Imprimi Potest" a la difusión de estas manifestaciones divinas.

Asi mismo ha sido concedido el "Imprimatur" el 15 de junio de 1998 por Agustin Gutiérrez, vicario general de la Arquidiócesis de Guadalajara. El "Nihil Obstat" fue expedido por Alberto Valenzuela, SJ, censor delegado a tal efecto.


PROMESAS A QUIENES HACEN EL OFRECIMIENTO DE VIDA
  1. Nadie de sus familiares caerá al infierno, aun cuando las apariencias externas lo hagan suponer, porque antes de que el alma abandone el cuerpo, recibirá la gracia del arrepentimiento.
  2. En el mismo dia del ofrecimiento, saldrán del purgatorio todos los difuntos de su familia.
  3. En la muerte estaré a su lado y llevaré sus almas a la presencia de Dios, sin pasar por el purgatorio.
  4. Sus nombres estarán inscritos en el corazón de Jesús y en el corazón de María.
  5. Salvaran a muchas almas de la condenación, por este ofrecimiento, unido a los meritos de Cristo. El mérito de sus sacrificios beneficiará a las almas hasta el fin del mundo.

ACLARACIÓN OBJETIVA
Es suficiente con hacer dicha ofrenda una vez, si se hizo con las disposiciones necesarias de humildad y amor. No obstante se puede renovar con frecuencia. Así lo confirmó el Redentor a Sor María Natalia:

«Si alguien, hija mía, no hace sino una sola vez el ofrecimiento de vida, ¿entiendes hija?, una sola vez, en un momento de gracia, se encendió en su corazón el fuego del amor heroico. iCon esto sello toda su vida! Su vida aunque no piense conscientemente en ello, es va propiedad de los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Y le añadió: "Aunque un alma haya hecho otro ofrecimiento, esta lo compendia todo y esta por encima de ellos, Esta será pues, la corona, el aderezo mas precioso y el distintivo de su nobleza espiritual en el Cielo».
Pueden hacerse también otros ofrecimientos privados y personales, independientemente de esta cuestión.




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